VIAJES POR
LOS AÑOS SESENTA(SALIR DE SANABRIA)
Año de principios
de los sesenta del siglo pasado (coño, que viejos vamos, ya
contamos el tiempo por, casi-siglos), este pobre juntador de palabras
que pretenden expresar algunas ideas, seguramente sin demasiada
suerte, decía que pretendía contar un viaje, que aunque parezca que
no, si me ha marcado, tanto para bien como para mal.
Era el mes de
febrero, debía incorporarme al servicio militar.
Dos días antes, mi
amigo y tío Manolo,al nacer el día vino a mi cuarto a decirme que ya
tenia el café hecho-Que me levantase y fuera a su casa a desayunar,
pues los días de Febrero eran pequeños.
Saqué el cuerpo de
entre las sabanas y después de abrir los ojos con agua de la fuente
“do Souto”, grifo de agua que, desde tiempos inmemoriales, no
paraba nunca de regalarnos el agua, fresca y sabrosa.
La idea era ir a ver
si conseguiamos algo de carne, de conejo o similar, pués los
terneros iban a mesas de gentes que habían ganado una guerra. Ni los
propios criadores, se podían permitir el lujo de comer carnes que no
fueran de cerdo y eso sin estar el jamón en el consumo rural. Los
jamones iban a almacenes de la provincia de Salamanca, previo cambio
de 3 kg., del llamado tocino castellano por uno de Jamón, que luego
seria vendido como la excelencia del mismo.
No os voy a cansar
con la jornada cinegética, solo decir que fue lo suficientemente
productiva para que dos familias participasen del despido del
recluta, que no debería ir a Africa, cosa a la que todas las familias
tenían pánico.
Mi incorporación
debería ser en un día concreto e uno de los cinco regimientos que
tenían su sede en Jaca (Huesca). Por razones que no vienen al caso,
la partida se demoró mas de la cuenta,
Justo el día que
tenia que subir al tren en Lubián, la noche anterior cayó una
nevada de las que marcan época. Ahora eso es algo anecdótico, pero
de aquella era normal.
Para llegar a
Lubian, fué mi tío Manolo el que se encargó de empañarme. Como
vehículo de transporte, alguien nos había prestado un asno, pués era
lo normal y corriente en la época y en la zona. La Alta Sanabria
siempre imprimió carácter a sus habitantes con sus exigencias, tanto
climáticas como geograficas, de ahí nuestro cariño y querencia por
esa maravilla de tierra “Xabresa”.
Había nevado,
seguía nevando, pero no parecía que la cosa fuera impedimento para
dos “tios”, acostumbrados a pìsar nieve, y a veces sin el calzado
mas adecuado.
Cuando pasamos
Castrelos subiendo hacia Rañalobos, la nieve arreció y cuando
llegamos a Lubián el asunto ya no tenia nada de broma. Había una
cuarta de nieve. Cuando me subí al tren, mi mayor problema era saber
como podría volver mi tío Manolo y la burra a San Ciprián.
A los tes o cuatro
días me incorporé a La Segunda Agrupación de Cazadores Division
Teruel 51., os cotaré en otra entrada mi primera ducha comunitaria,
con nieve e Jaca, y seguramente a 0º, cosa que ya desde el
principio, marcó el carácter castrense de la época, y diseñó l
que sería “La Mili”.
o
Agora, chove unha semana seguida e estamos todos asombrados.
ResponderEliminarLogo que se non hai cambio climático... ays.
Por ahi anda o asunto.
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