Bahía de Vigo, Rande y Verne

 

Hace muy poco tiempo que estuve en la Isla de San Simón, en la bahia de Vigo, en el estrecho de Rande, lugar donde se cuenta que unos galeones procedentes del Nuevo Continente cargados de las rapiñas de nuestros antepasados a los indígenas. Fueron rodeados y hundidos, u obligados a hacerlo por los esbirros de Drake o uno parecido. Nunca sabré quien es más ladrón, si el que ejecuta el robo o el que se aprovecha del mismo.

Estando en la isla de San Simón, pude sacar una fotografía de una estatua que hay cerca, de Julio Verne, el escritor de Viaje al centro de la Tierra, 20mil leguas de Viaje Submarino, etc.

Este escritor del siglo XIX, fué, bajo mi punto de vista, el primero en Ciencia Ficción y también para mi, el primer escritor que “me enganchó”, cuando tenía doce o trece años, con la obra Viaje al Centro de la Tierra. Digo que me enganchó, porque en aquel verano en Val dos Marcos, comencé su lectura a media mañana, un día, y hasta que la terminé no paré mas que para comer, acabando a la luz de un candil a media noche.

Aparte de lo relatado, quería también contarle a los lectores jóvenes que a lo peor na han leído a Verne, que dentro de 2omil Leguas de Viaje Submarino, el escritor hace de la Ría de Vigo el lugar secreto del Capitán Nemo, e incluso refiere como los navegantes del Nautilus, buceaban en el estrecho de Rando en busca de lingotes de Oro, Plata y las cantidades enormes de monedas que, dice, sacaban de los Galeones hundidos.

En 1878, Verne estuvo en Vigo, aunque fuese para reparar su yate, pués ya de aquella la industria de astilleros de Vigo ya era reconocida, fuera de nuestras fronteras.

Libros como los de Verne son de los que dejan huella en los lectores, y luego, con el transcurso del tiempo, si uno llega a conocer cosas como esta que relato, encuentra aún mayor atractivo en volver a releerlos.

Ya puestos a hacer recomendaciones literarias, diría que todos deberíamos leer, lo estoy leyendo por enésima vez, el relato de G. A Becquer: Maese Perez el Organista. Libro que se podría enmarcar en la esfera de relatos de terror, de aquella época, claro.

Por cierto que casi todos los relatos y cuentos de terror de antes del siglo XIX, tenían algo que ver con muertos, almas en pena y apariciones de los mismos.

Debía ser lo que mas horripilaba.

Horripilantes abrazos, a todos.