martes, 4 de octubre de 2016

EL TIMO DEL DINERO.


 Cosas veredes amigo Sancho.
 Le decía el desfacedor de entuertos a su fiel escudero Sancho Panza.
 A estas alturas de mi vida, donde ya casi nada me llama la atención, me he encontrado con algo, que desde que en mi época de párvulo estudiante, leí en algún libro de historia, que la moneda se la debemos a los Fenicios, no he parado de pensar que, malaya con los fenicios.
 Eso de transformar el esfuerzo individual de cada cual en unas piezas metálicas, aunque para ellos fuese práctico, puesto que con un metal elaborado, coseguian llevarse el esfuerzo de las gentes de otros pueblos, para ess pueblos productores no era lo mismo.
 La cosa no paró ahí. Con el transcurso del tiempo otros fenicios, no de origen, sinó de latrocinio siguen haciendo lo mismo.Con la única diferencia de que en un tiempo no muy lejano, esos metales que le servian para el intercambio del sudor de unos, para satisfacer sus necesidades y no necesidades, estaban avalados por lo que ellos mismos pusieron como referente: el oro. Metal que escogieron por su escasez.
 Pasado el tiempo lo que se llamó moneda, fué avalado por las reservas del susodicho metal y otros tenía cada estado, que casi siempre habia sido habia sido previamente espoliado a sus verdaderos propietarios.
 Cuando el metal no servía, porque era imposible decidir cuanto valía, a efectos de evaluar lo que cada cual tenia, bien por qe no lo tenian o bien por que lo qe habia no llegaba para que cada ciudadano tuviese un metal pequñito, inventaron la riqueza en cuenta, cosa que los bancos llevaron a sus últimas consecuencias.
 Corren tiempos en los que eso de tener efectivo en C.c., ya no es buena para las oligarqias, ni para lo gobiernos existentes e inmovilistas, pués podria darse el caso de que todos decicidieran llevarse sus reservas a casa, cosa imposible pués, tal como han montado el tinglado, no habria para todos.
 Ahora intentan que la moneda no circule, pué asi controlan mejor el percal, incluso pueden determinar que no circule nada, con lo que controlarian incluso las voluntades mas ferreas, puesto que ante la tesitura de pasar hambre, todos pasaremos por el aro.
 Excepto aquellos que tengan un par de mtros cuadrados que explotar plantando o sembrando cosas para no morir de hambre, aunque esto nos llevaria a otra forma de enfocar la vida de cada cual, que al no depender de nadie, no les gustaria a los que no dan palo al agua, y viven de infundir miedo.