domingo, 9 de marzo de 2014

LA COSA PUBLICA, ESTÁ MUY BIEN.


 

A veces a uno se le va la olla, hablando en román paladino, a veces uno se vuelve loco.

Bien, llegado a este punto en el que el escritor (malo, por cierto), se declara loco, y cargado de vino albariño de dieciseis grados, supongo que puede, el escritor, decir lo que él considera verdades, y que quedará libre de cualquier especulación de carácter juridico que le pueda colgar cualquier colgado de esos que ahora pululan por la capa de la tierra.
Al escribidor, como decia se la va la pinza. Ultimamente no hace más que pensar y darle vueltas al rumbo que están tomando los acontecimientos.
Para que la cosa quede clara, el escritor-escribidor, se está refiriendo a los acontecimientos que ultimamente están sucediendo en las sociedades actuales y que si mi amiga Mafalda no lo remedia, puede ser que todos acabemos con la cabeza metido dentro “do pucheiro das mamotas”.
El escribidor-escritor, esta casi convencido de que la humanidad, sobre todo aquella llamada desarrollada, la otra está domesticada, está siendo anestesiada. De momento con métodos pacificos, pero ya se empiezan a vislumbrar otros más agresivos. Piensen ustedes, para eso la Naturaleza les ha llenado la cabeza de cerebro.
No es la primera vez que sucede, y desgraciadamente no será la última.
Cada vez que las sociedades imperantes se meten en callejones sin salida, adormecen a a- quellos que piensan que viven bien o que tienen algo que perder, y con el apoyo “urnico” de éstos hacen de nuestras capas su sayo y somenten a todos. Esto no seria problemático, si el mangoneo no fuese de aproximadamente un diez por ciento de la humanidad la que mangonee al restante.
El escritor-escribidor piensa que, si hasta ahora la llamada economia ha funcionado, ha sido porque la ecuación S.A =Beneficio, pero en el momento que las cosas llegaron a su fin, porque el crecimiento nunca será infinito e una Tierra finita, los que manejaban la primera parte de la ecuación decidieron dejarlo todo y llevarse el beneficio, con el consentimiento de poderes manejados por ellos mismos.
Suponiendo que las S.A., continuasen y no hubiese beneficios, solo quedaria, que los beneficios habidos hasta entonces volverian a repartirse entre aquellos todos que ayudaron a conseguirlos, es decir pagando la mano de obra con la que se obtuvieron y a los proveedores que sirvieron. En definitiva se volveria al punto 0, pero con menos dolor por parte de algunos. Por lo menos lo conseguido por todos, seguiría funcionando y seguramente entre todos intentariamos mantener aquello mas necesario como mejor nos fuese dado entender.
Ya sabeis que las S.A, tienen legislación y han sido creadas para eso. Anda por ahí en algunos libros una definición de empresa: asumir riesgos para obtener beneficios, y si pude ser maximizarlos, hasta cierto punto esto no está mal si hubiese equidad.
En los últimos tiempos ha aparecido en la escena algo que siempre ha estado ahí, pero que ahora se llama de otra manera y está con carta blanca en todas la sociedades actuales: El Capital. Cosa esta bastante espúrea, pués aunque hay algunos propietarios de mucho dinero, estos tiene nombre y apellidos, pero la mayoría de ese dinero que va de un lado a otro, no se sabe de quien es. Lo que se sabe perfectamente es que especula hasta la saciedad, para buscar beneficios, pués mueven dineros de mucha gente, tienen mucha gente con sueldos desorbitados y con un pequeño resfriado, meten en la cama a los inversores grandes y mandan a la sepultura a los pequeños.
El escritor- escribidor está convencido de que debería retirarse a un rincón donde pueda tener un huerto del que comer todo el año, resguardarse de la intemperie y disfrutar de su tiempo libre. Y sobre todo trabajar de manera tal, que no necesite nada de ese famoso capital, y de sus chucherias, y no tener ingresos suficientes para no pagar impuestos.
Que cada cual viva de aquello que es capaz de producir, y que no haga de la “Res Publicae” su modus vivendi.


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