miércoles, 18 de abril de 2012

CARTA ABIERTA A LA CLASE POLITICA



CARTA ABIERTA AL SEÑOR RAJOY Y SUS CORRELIGIONÁRIOS.

 Señor Rajoy:
                      Soy un pensionista que cobra el 85% de lo que le correspondería, después de llevar trabajando desde los dieciocho años.
                      Me gustaría contarle el porqué de cobrar ese porcentaje; Mire, aparte de trabajos antes, mi verdadera vida laboral comenzó en Barcelona, como la de la mayoría de españolitos, que en su tierra solo podían morirse de hambre, pero si pagar impuestos, comenzó, decía, en lo años 61-62 del siglo pasado.
                      ¿Qué pasó, dirá usted, para que después de tanto tiempo no alcance el 100% de jubilación. Fácil señor, tenía veintipocos años, experiencia ninguna en cuestiones de Derechos propios, pero las tres primeras empresas para las que trabajé, si tenían experiencia en ahorrarse pasta a cuenta de muchos de sus trabajadores. Después de la primera alta en  la S. Social, una semana, venía la baja. Nosotros no nos enterábamos, pues a esa edad no suele uno ponerse malito. En definitiva, me enteré del robo al que había sido sometido cuando por primera vez solicité mi vida laboral y eso fue en el año 2008. No más comentarios. Las empresa ya no existen pero sí sus accionistas, por cierto bastante conocidos en la sociedad barcelonesa.
                        En mi vida laboral aparecen cotizaciones a la SS, en el 90 % del tiempo, al límite superior de cotización.
                        Sufro el primer y último despido, ya a principios del nuevo siglo. Posibilidades de que me contraten, nulas. Alternativa, cear una pequeña empresa.Consecuencia tengo que ser autónomo. Empezamos bien, la empresa se defiende, creo tres puesto de trabajo directos, y cuatro o cinco indirectos, amén de ayudar bastante en el sector agrícola, la empresa comercializaba productos que no tenían salida por la falta de recursos de los productores.
                         Llega la crisis, ya a finales de los noventa, nos dimos cuenta de ello, las ventas se resienten, hay que buscar nuevos clientes. Se necesita dinero para ello, se pide dinero a la banca, que te lo da sin problema. Seguimos funcionando pero, siempre un pero, empezamos a tener cobros fallidos. Cobrar tarde, no cobrar, perder el cliente, sustituirlo de nuevo. En definitiva se iba trampeando, atendiendo los pagos, ya con algún problema, pero se vendía y en el 80 por ciento de los casos se cobraba sin problemas.
                          Se hace una criba en el apartado de clientes, pero cada vez que entran nuevos clientes, tenemos nuevos impagados, aunque la mayoría pagaba bien. Como consecuencia de lo anterior, los problemas de tesorería empiezan a aflorar. Hay que renovar las pólizas de crédito, la banca dice NONES.
                           Consecuencia, después de un breve tiempo hay que cerrar, la situación es inviable financieramente.
                            Me llega la hora de la jubilación. Hostiazo gordo al averiguar mi situación. Parece que solo puedo reclamarle al Maestro Armero. Hacienda y la Seguridad social, no hacen absolutamente nada para ayudar.
                             Ahora viene usted con que tengo que pagar el 10% de los medicamentos. Yo le digo que bueno, hay que salvar la sanidad, y si puede ser también la enseñanza. Pero, Sr. Rajoy, estos días he visto el empeño y la celeridad que todos ustedes han puesto en defender a Repsol, porque los argentinos, con todo su derecho le han dicho que el petróleo es de ellos. ¡Coño!, ese empeño no lo he visto por ningún lado con los trabajadores. Oiga Repsol, no es España, ni tan siquiera española, nada mas que en el nombre. Parece que se conocen bien los domicilios fiscales fáciles donde se puede ocultar  pasta y tributar nada. A MI EN ESE SACO NO ME META. Si Repsol tiene problemas que los resuelva, a mi nunca me mandó parte de sus beneficios, NO SOCIALICE LAS PERDIDAS.
                       También ME gustaría ver a todos esos gestores de cajas, bancos y demás, que están todos los días en los medios de comunicación durante unas horas y después se volatilizan como si no existiesen, me gustaría verlos digo, devolviendo lo ROBADO, lo mal gestionado y asumiendo responsabilidades penales y civiles.
                       Los políticos van a la cosa pública, porque quieren, nadie les obliga, pero me gustaría saber si está en su mente, cuando van, si de verdad quieren ayudar a las personas, sobre todo a las mas débiles, o si ya llevan la idea de JODERNOS desde el principio.
                       No terminaría esta carta en varios días, y tampoco creo que ustedes los políticos la lean. Es más fácil ayudar a alguien desde el restaurante de moda de una gran ciudad, que suele ser invitación, que aguantar a los desgraciados trabajadores.
                       No sé si ustedes tendrán necesidad de una pensión digna cuando les llega la hora, lo dudo, pero si así fuere, espero que tengan los mismos problemas que yo y el resto de todos aquellos que los sufrimos a ustedes.
                       Que después de colaborar con mayor o menor suerte en lo que es este país, ahora que venga ustedes pidiendo dinero para algo que es mi derecho, no me parece de recibo y no se lo perdonaré jamás.
                        No sé si ustedes son creyentes, creo que sí, pues bien desde ahora yo rezaré a su dios, que según todos ustedes es justo, para que les pague en la misma moneda, aquí en la Tierra. Si no es posible, que en el otro mundo lo purguen todo, y no puedan estar tranquilos mientras haya un congénere que haya tenido problemas por culpa de todos ustedes.
                         ¡Ah, por cierto, no cuenten NUNCA, con mi voto!
                           ES EXTENSIVO A TODOS LOS PARTIDOS POLITICOS ACTUALES. (Por cierto ¿Habrá nuevas elecciones en Asturias?).- ¡¡ROSTRO!!

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