lunes, 5 de noviembre de 2012

DIAS DE CAZA EN SANABRIA





 Caza en Sanabria. Soy un cazador desde la época en la que cazar un conejo, una liebre o una perdiz, era una de las pocas maneras de acercar al gaznate algo de carne que no fuese de cerdo.
 En Sanabria, siempre se ha presumido de una carne de ternera excelente. En los restaurantes de la capital del reino, se anuncia dicha carne como algo excepcional, comparándola con las mejores carnes de vacuno de las mejores zonas consideradas como tales. Pero aquella carne era para los que podian pagarla.
 Se cazaba en momentos libres. Había un momento libre y se decía: vou matar un coello as Cegudas. Vou hasta as Terra da Chave a matar unha lebre que onte viu o pastor por alí. Esto entre los cazadores era una manera de hablar corriente.
 Se mataba un conejo, las perdices aparte de que era mas difícil cazarlas no tenían carne suficiente para una familia mediana. Un conejo con patatas daba para comer cuatro o cinco personas y si era necesario que comiesen más simplemente se le añadían unas patatas mas y daba para todos.
 A mediados del siglo pasado, la caza, para aquellos que la practicaban, era un medio para salirse de la rutina diaria a la hora de comer.caldo de berzas con tocino y a veces sin esto último, pues tampoco era excesivamente abundante.
 Con el correr del tiempo la caza se transformó en lo que llaman un deporte, nombre con el que no estoy en absoluto de acuerdo. Un deporte por el que te cobra todo el que puede. Permisos de armas que hay que renovar cada poco tiempo. Licencias para poder cazar que cada año debes pagar. Cotos que hay que pagar y que nunca están del todo dentro de la legalidad, siempre con consentimiento de las autoridades del momento, y todo el gasto que el propio ejercicio conlleva.
 Precisamente por el mero hecho de que muchos cazadores se gasten un dinero en el ejercicio de la caza, éstos  se sienten con la obligación de rentabilizar el dinero que gastan llevándose el mayor número de piezas posible, Se convierten en verdaderos carniceros.
 Desde que se abrió la temporada de caza de este año, un servidor de ustedes ha ido tres días de caza. ¡No  he matado nada!. Ni tan siquiera he disparado un tiro. Sin embargo estoy muy contento por varios motivos. Primero porque estoy enseñando una cachorrita de Perdiguero de Burgos, y se porta a las mil maravillas. Va por el monte buscando cosas. No sabe lo que busca pero busca. Yo solo con andar detrás de ella, ya me doy por satisfecho. Si algún día descubre lo que hay que buscar, me daré por satisfecho doblemente.
 Segunda, camino unas cuantas horas por el monte, cosa no poco baladí. Cuando llega una cierta edad, el no perder la ilusión de patear las montañas sanabresa, no es moco de pavo. Tercera la compañía de algún amigo y sobretodo la de mi hermano, que a la hora de comer el bocadillo nos dá pié para arreglar el mundo mundial, y si viene al caso mandar al paredón a algún gerifalte que otro. Seguramente hay alguna mas pero con esas me conformo.
 Ya casi no hay caza. Demasiada caza mayor, corzos y jabalíes, caza para que se diviertan los mas pudientes, o que  más capacidad de empeño tengan.
 Yo por mi parte, con la compañía,  el cariño de “Lupa”, y ver, aunque sea de lejos alguna perdiz, estoy satisfecho.Pero desde aquí aviso a las autoridades de la cosa, con mi dinero que no cuente más. Cada vez lo hacen peor y cada vez quieren cobrar mas. Si quieren “pasta” que se la curren como cada hijo de vecino.

2 comentarios:

  1. Para unha que non ten nin idea de caza disfrutei estas letras túas.
    Unha forte aperta.

    ResponderEliminar
  2. Aleda moito saber que alguén disfruta coas chorradas do abó "Cebolleta".
    Apertas.

    ResponderEliminar