martes, 20 de noviembre de 2012

¿INDA NOS QUEDA ALGO DE CEREBRO?




Queridos amigos. Queridos coñecidos actuais e próximos. Enemigos de alta e baixa ralea tamén.
 Hoxe teño un cabreo deses chamados monumentais. Cabreo por mais de unha carallada e tamén pola falta de rigor de algunha xente, que as veces podía facer mais do que fai polo ben dos seus veciños, cousa que a esta alturas da miña vida xa case debia de olvidarme e pensar en que moitos de nos solo nos movemos por o própio interese ainda que teñamos que pasar por enriba dos demais. Ese nos do que fago uso, no é “mayestático”, incluome porque o peor as veces eu tamén entro nesa guerra. Procuro que non sexa así.
 Vou continuar na lingua de Castela que alguns chaman de Cervantes ainda que a ese meu paisano, según declaracións, nadie foi capaz de acabar de ler. Pasa como con un tal Marx, que escribiron mais sobre él do que él escribiu sobre todo, e que enriba nadie chegou nunca a ler completo.
 El motivo de continuar en Castellano, lengua tan española como el Gallego, Catalán, Vasco y los muertos Lliones, Bable, Andaluz Etc. Etc., es por dos noticias aparecidas hoy en la prensa de Galicia. Supongo que en la nacional también.
 Este fin de semana, en Galicia, murieron dos personas por disparos de arma de fuego. Cosa muy lamentable y que a mi me atañe mucho como practicante de una ancestral inclinación, hoy llamada deporte, cual es la caza.
 Parece ser que uno murió, según la prensa, porque de manera fortuita se descerrajó un tiro a sí mismo en el pecho. ¡Ya es difícil dispararse un tiro en el pecho con una escopeta!.
 Otro porque un descerebrado disparó hacia algo que se movía, y pensó que era un puerco montés.
 En mi época de estudiante, tuve un profesor de matemáticas, que siempre decía que don creíque y don penseque eran hermanos de don tonteque. Aquí, con un arma de fuego en la mano no se puede creer ni pensar nada que los ojos no hayan corroborado antes, y el cerebro no haya asimilado.
 Mis maestros en el arte cinegético, Manolo, Céfiro y sobre todo “ o tiu Marcelino”, siempre decían que de “unha escoba pode sair un tiro”, queriendo decir que con las armas de fuego hay que ser muy cuidadosos, sobre todo si hay más seres vivos alrededor. No me refiero al objeto a cazar, que el pobre tiene marcado el signo de la muerte, sinó a aquellos que no son ese objeto. Concretando, cazadores, perros, y posible ganado que se dedique a deambular por la zona.
 Mis maestros, y hay que pensar que comencé a cazar con doce o trece años, siempre, machaconamente repetían lo mismo: La escopeta debe mirar hacia arriba, hay que llevar siempre el seguro puesto, no cuesta nada activar el tiro cuando SE VE LA PIEZA, no se DEBE DISPARAR A ALGO QUE SE MUEVE, puede ser un perro, una cabra o un tío que está haciendo sus necesidades. En definitiva toda precaución es poca.
 Una escopeta es un arma de fuego de las más peligrosas si no se tiene cuidado. Los cartuchos tienen muchos plomos dentro, dependiendo del calibre de los mismos, puede llevar balas, que son muy, pero que muy gordas, y a veces, aunque está prohibido cazar con ellas, llevan postas. Cosa de este país, LAS POSTAS ESTAN PROHIBIDAS, pero se venden en armerías y grandes almacenes. ¿Por qué se fabrican?.
 Desde un tiempo a esta parte, para conseguir un permiso de armas, hace falta superar un examen. Yo no sé como es, pero lo que sí digo es que si yo fuese miembro de un tribunal examinador en este sentido, seria el tío mas odiado, pués estoy seguro de que a muchos no los daria por aptos. NO SOLO HAY QUE SABER TIRAR. HAY QUE TENER ALGO TAN ESCASO COMO ES EL SENTIDO COMÚN.
 Lo de el otro que se pegó el tiro a sí mismo, me suena, por lo menos algo raro. Algún caso similar he conocido.
 Desahogado ya, os contaré algo de este fin de semana. No idioma de Val dos Marcos.
 Estiven naquela zona da Alta Xeabra, limitando con as Frieiras e Tras os Montes, terra dos meus ancestros, e que eu, seguindo a  aquel home da xeracion Nos chamado Don Vicente Martinez Risco, definiu como a Terra dos Marcos.
 Como xa dixen noutra ocasión estou gozando cos primeiros pasos dunha cadeliña chamada Lupa, nome en honor daquela reina compostelana que deixou, despous de que le retorceran o brazo, enterrar a Prisciliano, que outros chaman o Apostolo, e outros Iago, que foi convertendose, o nome, despous de engadir o “de santo”, en Santiago.
 Como teño que evaluala, direi que progresa mais que adecuadamente. Nota actual un dez. ¡ Que siga!.
 Outro dia falaremos de Prisciliano e de Prócula.


5 comentarios:

  1. Gosto moito de te ler, xabres,aínda que nada teño que ver coa caza.
    Aperta forte.

    ResponderEliminar
  2. Ohma:
    Sei que hai moita xente que non quere saber nada da caza. As veces eu mesmo.
    Falo dela porque, como eu digo, vou o monte, o de menos e cazar ainda que se podo coller un coello o unha perdiz, gosto de gorentala.
    Unha aperta.

    ResponderEliminar
  3. E ben rica que é a caza. Algunha vez teño probado o coello e outra o xabarín.

    ResponderEliminar
  4. Tampoco yo soy muy (nada) de caza, pero no tengo nada contra los que son como tus maestros y llevan el sentido común por bandera. Algunos de los más fervorosos admiradores de la naturaleza que conozco son cazadores.
    Lo malo es que también conozco a muchos de los otros.
    Un abrazo, Xabres

    ResponderEliminar
  5. Xibeliuss: Hay de todo en la viña del señor. He conocido verdaderos carniceros,y que como pagan se creen con derecho a todo.
    Uno de mis grandes y favoritos escritores, Don Miguel Delibes, fué un gran cazador y al mismo tiempo un gran divulgador de la España rural. ¡Ya ves!
    Unha aperta.

    ResponderEliminar